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SmartIPM. La gestión integrada de plagas en tomate y la incorporación de la tecnología en la asistencia a la toma de decisiones


Los cultivos de invernadero, así como el resto de los cultivos en general, están sujetos a fuertes requisitos del mercado con respecto a la calidad de los productos, pero también a un alto riesgo de plagas y enfermedades, lo que hace unos años derivó en un uso intensivo de fitosanitarios con una alta frecuencia de tratamientos. Hace ya tiempo que se ha demostrado que esta estrategia por sí sola es ineficaz, y ha generado graves problemas sobre todo relacionados con fenómenos de resistencia. Para tratar de mejorar esta situación la Unión Europea estableció un marco de actuación comunitaria cuyo objetivo fue conseguir un uso sostenible de los plaguicidas promoviendo la Gestión Integrada de Plagas (GIP), cuyas siglas en ingles son IPM (Integrated Pest Management).

La GIP trata de combinar todos los métodos al alcance para disminuir los daños producidos por las plagas y enfermedades con el menor impacto sobre el medioambiente. Estas estrategias se basan en la prevención y en la implementación de sistemas de muestreo y pronóstico en los que se identifiquen las plagas y el estadio en el que se encuentran, así como sus tendencias de propagación en el invernadero para poder decidir qué tipo de actuación se debe llevar a cabo en caso de ser necesario. La GIP recomienda el empleo de enemigos naturales de las plagas como principal herramienta de control, por lo que estas tareas de monitoreo deben hacerse extensivas a la fauna auxiliar con el fin de determinar si la contención de los daños producidos por las plagas es aceptable y adecuado.

SmartIPM. La gestión integrada de plagas en tomate y la incorporación de la tecnología en la asistencia a la toma de decisiones

Es fundamental establecer umbrales de daño en los cultivos que nos permitan decidir si el control biológico ha sido efectivo o si es necesario emplear algún otro método. Y precisamente es ahí donde radica la verdadera dificultad de implementar con éxito las estrategias de GIP. Se requiere, por tanto, manejar cuanta información sea posible para realizar una toma de decisiones adecuada, y poder gestionar el cultivo con el menor uso de productos fitosanitarios. Todo esto hace que las estrategias de GIP no sean simples de llevar a la práctica con garantía de éxito, ya que es muy complicado comprender las relaciones que se establecen a nivel de explotación entre el cultivo, sus plagas y los enemigos naturales de estas, etc. En este sentido, es importante el diseño de herramientas para hacer el seguimiento preciso de la dinámica poblacional de todos los componentes del agroecosistema, y poder conocer fácilmente la evolución y comportamiento de las plagas en años previos que nos permitan evaluar los riesgos, facilitando en gran medida la toma de decisiones tanto a los productores como a los técnicos.

En los últimos 3 años Cajamar Caja Rural ha participado en el proyecto Smart DSS for IPM in Protected Horticulture (SmartIPM) a través de sus estaciones experimentales de Almería y Valencia, formando parte de un consorcio con el INRA francés y el instituto Julius Kühn alemán. El proyecto SmartIPM se ha centrado en el desarrollo de una DSS que ayude a integrar todos los parámetros decisivos para poner en práctica una adecuada GIP en el cultivo del tomate. Nuestra participación en el proyecto ha consistido en el desarrollo de los módulos de seguimiento en campo y de los módulos de toma de decisiones. Para ello, a lo largo del proyecto se han proporcionado datos sobre la incidencia de plagas y enfermedades en distintas campañas, ciclos de cultivo y variedades de tomate distintas en invernaderos propios y comerciales. Esta información ha permitido alimentar la base de datos necesaria para el desarrollo de la DSS. De igual modo, se ha colaborado en el diseño metodologías de seguimiento rápido y eficiente en campo que den una idea general del estado fitosanitario del invernadero.

Con motivo de la finalización de este proyecto, el próximo miércoles 18 de septiembre se celebrará en el salón de actos de la Estación Experimental Cajamar la jornada “Gestión integrada en tomate y sistemas de ayuda a la decisión”. En ella se abordarán los principales problemas fitosanitarios que afectan a este cultivo y se presentarán los avances en la gestión integrada de los mismos, así como los resultados del proyecto SmartIPM de la mano de los investigadores involucrados en el proyecto.

Proyecto BIOPLAN - Efectos del calentamiento global en agricultura intensiva
Mónica González Fernández
Estación Experimental Cajamar