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Alimentación y Salud

Importancia de la ingesta de yodo en la dieta humana

11 de Enero, 2019

El yodo juega un papel fundamental en la salud humana y debe suministrarse regularmente en una cantidad suficiente para garantizar el correcto funcionamiento de los procesos fisiológicos fundamentales en los que se ve implicado. Se estima que cerca de 2.000 millones de personas viven con una ingesta insuficiente de este elemento provocando los denominados desordenes por deficiencia de yodo. Esto es debido en gran parte a su escasez en muchas zonas del planeta, especialmente en áreas montañosas y llanuras.

Estudios recientes indican que alrededor del 30% de la población mundial muestra deficiencia de yodo, siendo las regiones más afectadas África, América del Sur y el sudeste asiático. Un reciente estudio muestra que en países como China el 23% de los niños de entre 8 y 10 años tienen bocio. Pero el problema no es menos grave en países industrializados como es el caso de Alemania, en el que el 40% de los niños en edad escolar presenta una ingesta insuficiente de yodo y la ingesta media de la población alemana es un 30% inferior a la adecuada.

Las enfermedades derivadas de este déficit incluyen bocio endémico, retraso en el crecimiento y la maduración de todos los órganos y sistemas corporales, pérdida de audición, fallo reproductivo, problemas inmunológicos, retraso mental, cretinismo y daño cerebral diverso. Dichas enfermedades aparecen cuando la ingesta y asimilación de yodo es más baja que la cantidad requerida por la glándula tiroidea para sintetizar suficientes cantidades de las hormonas tiroxina y triyodotironina. Actualmente se ha demostrado la importancia de su consumo al actuar como antioxidante y antiproliferativo de células carcinogénicas.

Importancia de la ingesta de yodo en la dieta humana

Las recomendaciones de ingesta para niños y adultos oscilan entre 150 y 200 microgramos al día, aunque para las mujeres embarazadas estos requerimientos se incrementan hasta 230 y 260 mg I/día. Se han realizado numerosos intentos para mitigar el déficit en su consumo, principalmente mediante la yodatización universal de la sal de mesa, pero la paulatina disminución del consumo de sal y la volatilización de parte de ese yodo de la sal de mesa hace necesaria la búsqueda de alternativas a su ingesta.

Debido a lo anterior se hace necesario aumentar el uso de técnicas como la biofortificación de los cultivos para lograr un consumo adecuado de este elemento, ya sea como complemento o como alternativa a la yodatización de la sal de mesa. En este sentido, la Estación Experimental Cajamar, está trabajando en estrategias de fortificación de yodo a través de diferentes manejos agronómicos en cultivos intensivos para aumentar la concentración de este elemento en frutos. A la vez se está estudiando su influencia en la mejora de determinadas propiedades organolépticas y nutricionales en cultivos como el tomate. Como podemos observar, la deficiencia de dicho elemento en la población mundial es un argumento que incentiva el desarrollo y conocimiento de la fortificación de este elemento en cultivos que se utilicen para consumo humano.

Transformando los destríos agrícolas en coproductos de valor
Miguel Ángel Domene
Estación Experimental Cajamar