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Las cooperativas y el valor económico del paisaje rural: experiencias innovadoras en Alicante


A principios de 2016 el Grupo Cooperativo Cajamar emprendió, en colaboración con la Universitat Politècnica de València, Cooperatives Agro-alimentàries y varias empresas asociativas de la Comunitat ,un proyecto de innovación social en la gestión de las estructuras de producción y comercialización de la oferta agroalimentaria valenciana, dirigido a fomentar la definitiva modernización y la competitividad global de nuestro modelo cooperativo.

A estas experiencias las llamamos proyectos de Innovación en la Gestión Común de Tierras (IGC). ¿Qué es lo que hacemos? Frente a la problemática del abandono de las explotaciones menos rentables, que dificulta el relevo generacional en nuestro campo, nosotros nos hemos propuesto abordar la cuestión desde una perspectiva social, desde dentro de las propias cooperativas.

Para ello seguimos una metodología puesta a prueba con éxito en los países más avanzados de nuestro entorno en los últimos años, desde la que abordamos no solo cuestiones operativas y tecnológicas, sino también un progresivo cambio de mentalidad para afrontar el futuro.

La experiencia de la Marina Alta

La comarca alicantina de la Marina Alta ha sido un territorio tradicionalmente dedicado a las actividades agrícolas y pesqueras. La combinación del paisaje agrario, intercalado entre los valles y montañas del interior, y los acantilados de la costa, atrajo en los años 60 el desarrollo del turismo y actualmente el sector servicios se ha convertido en el motor económico de la zona. Entretanto, la comarca está experimentando una progresiva pérdida de suelo agrícola y un continuo deterioro paisajístico, lo que no afecta únicamente al sector productivo, sino que plantea un problema integral de gestión de territorio.

(*) Se usará el título del recurso

Conscientes de esta realidad, la Cooperativa de Pego, CooPego, lidera el IGC de la Marina Alta, que pretende vincular las oportunidades del sector turístico de la zona con la actividad agrario alimentaria, persiguiendo un doble objetivo. Por un lado, elaborar un proyecto productivo rentable, mediante la reestructuración y reconversión de parcelas abandonadas o en estado de semiabandono. Y por otro, generar servicios públicos en la comarca vinculados a la economía local y a la mejora del paisaje (conservación del suelo, prevención de dispersión de plagas y reducción del riesgo de incendios). En todos los casos, el objetivo es la recuperación y puesta en producción de las tierras abandonadas bajo la estrategia productiva de la Cooperativa.

Una triple estrategia de innovación

Por tanto, se trata de luchar contra el abandono de suelo agrícola de la comarca, centrándonos no solo en “qué” se produce, sino también en “cómo” producimos.

Algunos de los elementos innovadores que estamos trabajando en el marco de esta iniciativa son:

  • Innovación de producto. En concreto, se apuesta por una agricultura de residuo cero y ecológica para obtener una producción sostenible y más respetuosa con el entorno de la comarca.
  • Innovación en la organización. Esto implica la planificación y gestión de la producción a corto, medio y largo plazo para adaptar la campaña productiva de la Cooperativa a sus necesidades de comercialización y apostar por la sostenibilidad en el tiempo del proyecto.
  • Innovación social. La construcción de nuevas fórmulas de gestión del territorio a través de la de la cesión o el alquiler de tierras a la Cooperativa por particulares y socios bajo un modelo productivo capaz de incentivar y mejorar su rendimiento.
(*) Se usará el título del recurso

Más allá de esta categorización, el elemento fundamental para el desarrollo de estas innovaciones está relacionado con la tipología de los agentes implicados. Trabajar sinergias y articular esfuerzos entre diferentes actores es clave. El abandono del suelo agrario conlleva problemáticas que no pueden ser abordadas de forma aislada por una sola entidad. Nuestra experiencia nos anima a atrevernos a ser creativos y a generar dinámicas de construcción de soluciones compartidas, colocando en el centro del debate a las propias cooperativas.

Por todo ello, convocamos frecuentemente a los verdaderos protagonistas del desarrollo rural, los socios cooperativistas, a encuentros de reflexión y debate con expertos, técnicos y dinamizadores, como el que hemos celebrado en Dénia bajo el nombre de Cultivamos paisaje. Recuperamos futuro. Allí hemos presentado el proyecto, que puedes conocer a través de este vídeo, y hemos recogido diferentes propuestas de acción hacia nuevos modelos de gestión adaptados a las necesidades y características de cada territorio. Esperamos que este sea el primero de muchos encuentros en la Marina Alta.


Lorena Tudela Marco
Centro de Experiencias de Cajamar