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CO2, el elemento invisible que limita la producción en invernadero


En invernadero, factores como temperatura, radiación o humedad son fácilmente perceptibles, por lo que somos capaces de detectar si hay excesos o carencias para los cultivos. Sin embargo, para uno de los elementos críticos en la producción de los cultivos como es el CO2 en aire, no somos capaces de percibir si la cantidad es alta o baja, Y precisamos sensores específicos para conocerlo. Dado que no es fácil ni barato disponer de estos sensores en invernadero, es muy recomendable conocer y disponer de medidas que nos ayuden a paliar la carencia de CO2 en invernadero.

Existe mucha información generada para climas suaves como el mediterráneos, donde aumentar el nivel de CO2 en invernadero hasta 800 ppm puede aumentar los rendimientos de producción en más de un 20%.

CO2, el elemento invisible que limita la producción en invernadero

Tanque con CO2 puro para enriquecimiento carbónico en invernadero

Hay dos vías para aumentar el CO2 en el aire del invernadero, una inyectando CO2 puro procedente de tanques y otra mediante la ventilación (intercambio de aire) del invernadero. La primera opción, inyección CO2 puro, es una solución muy eficaz y relativamente fácil de ejecutar. Sin embargo, su limitante hoy día es el precio del CO2 y por ello, salvo raras excepciones su uso es casi nulo en los invernaderos mediterráneos. La segunda opción, la ventilación, aunque no permite elevar en gran medida el nivel de CO2 en invernadero (hasta niveles de exterior 400 ppm), puede facilitar no descender a niveles críticos para los cultivos (inferior a 250 ppm).

CO2, el elemento invisible que limita la producción en invernadero

También debemos de tener en cuenta algunas prácticas que repercuten en una disminución del CO2 en invernadero: el uso de dobles techos en invierno para aumentar temperatura y reducir el goteo sobre los cultivos. Siendo una buena técnica, puede agravar el problema de la limitación de CO2 en invernadero al reducir la ventilación, por lo que es muy recomendables aumentar superficie de ventanas y gestionarlas a lo largo del día. Otra técnica, la incorporación de mallas anti-insecto en las ventanas del invernadero para proteger los cultivos de plagas y enfermedades es una práctica generalizada adoptada en la horticultura del sudeste mediterráneo. Esta práctica, siendo necesaria, conduce a reducciones considerables de la ventilación del invernadero dificultando el intercambio de aire interior-exterior y la renovación de la concentración de CO2.

En el periodo de otoño-invierno, donde la luz es limitante y donde las temperaturas son más bajas, hay una tendencia a mantener cerrado gran parte del tiempo las ventanas del invernadero para mantener temperatura. Sin embargo, debemos de ser conscientes de que esto se hace a costa de disponer de unos niveles de CO2 bajos en invernadero y por tanto con limitación de la fotosíntesis. Por tanto, es recomendable mejorar el sistema de ventilación y renovar el aire del invernadero, incluso en estos periodos fríos. Ello, además permitirá gestionar mejor los excesos de humedad que también son habituales en los periodos fríos.

Energías renovables aplicadas a los invernaderos
Juan Carlos López Hernández
Estación Experimental Cajamar