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¡Que viene el brexit!


¡Que viene el brexit!

A medida que se acerca la fecha del 29 de marzo de 2019, los miedos sobre los efectos del brexit se acrecientan. Esto es así porque las incertidumbres son muy elevadas. Los vaivenes del gobierno de Theresa May y la actitud esquizofrénica del Parlamento británico nos están acercando al desenlace menos deseado por todos a partir de que los británicos aprobaran en referendum el abandono de la Unión Europea.

Si bien es cierto que los británicos han sido siempre unos socios un tanto incómodos, no lo es menos que desde bien temprano formaron parte de la idea de Europa. Las fronteras del imperio romano (el gran referente cultural europeo) se extendieron por las praderas de Inglaterra hasta el muro de Adriano y tanto los pueblos como los reyes que desde entonces les han invadido o gobernado han tenido enormes vinculaciones con el continente. De hecho, es extraño pensar en una Unión Europea que no incluya a nuestros incómodos vecinos.

Al margen de esto último, en el caso concreto de España, nuestras relaciones con ellos han solido ser más bien malas (armamos una flota para invadirles y ellos hacían presa de nuestros galeones y ciudades a ambos lados del Atlántico). No en vano ambos constituimos imperios realmente intercontinentales en momentos muy cercanos de la historia. Por así decirlo, España y Reino Unido hemos sido enemigos íntimos, con un casus belli permanente que se llama Gibraltar. Sin embargo, en fechas más recientes, ambos países hemos formado una sólida alianza comercial. En los últimos tiempos, el Reino Unido se ha convertido en el principal receptor de nuestra inversión directa. Ellos son nuestros principales clientes turísticos. En Reino Unido viven 128 mil españoles, y aquí tenemos 241 mil residentes de las islas (aunque su número se ha venido reduciéndose en los últimos meses).

¡Que viene el brexit!

Por ello, no es de extrañar que seamos uno de los principales países potencialmente afectados por este abandono con portazo de la Unión al que parecemos abocados. Por un lado nuestras relaciones comerciales con Gran Bretaña son muy numerosas, dando lugar a una balanza positiva para España de 2.594 millones de euros entre enero y noviembre de 2018. Todo este comercio, o al menos una parte sustancial, puede verse afectado por el previsible efecto desplazamiento. El aumento de los costes de negociación y venta (tipo de cambio que previsiblemente empeore para el euro, encareciendo nuestras exportaciones, tasas y aranceles, controles de aduanas, etc.) puede provocar que nuestros precios dejen de ser competitivos. También las entradas de turistas se pueden ver afectadas por dicho encarecimiento relativo derivado de un aumento de la tasa de cambio libra/euro.

Y, analizando más profundamente, nuestras relaciones comerciales, vemos que el conjunto de los capítulos agroalimentarios suponen de media (contado los últimos 5 años) los 3.694 millones de euros. Hay productos y épocas del año en los que resulta complicado competir con nosotros, sobre todo cuando primero deben entrar en el área del Mercado Único. Pero hay otros que pueden ser sustituidos por importaciones paralelas de forma casi inmediata. Es el caso de los cítricos, por ejemplo. La potencia productora y exportadora de países como Egipto, Turquía o Sudáfrica pueden encontrar una oportunidad a la hora de llegar a una Gran Bretaña fuera de la UE y sujeta básicamente a los compromisos asumidos en el seno de la OMC.

Urge, por tanto un plan de contingencia en el seno de nuestras empresas exportadoras, en el que se reflejen las estrategias y acciones que se pretenden seguir, en el que se midan los costes de los escenarios más probables y en que que, en suma, se consideren los pros y los contras de continuar en dicho mercado. El tamaño de nuestra empresas y la experiencia de cataclismos anunciados previamente (el efecto 2000, la desaparición de las pesetas), nos hacen ser pesimistas al respecto. No es el mejor de los escenarios pensar en encontrarnos la mañana del 30 de marzo con camiones que no saben si llegarán a su destino o con trámites aduaneros desconocidos o por hacer.

David Ucles Aguilera
David Uclés Aguilera
Innovación Agroalimentaria
Cajamar Caja Rural